Los padres tenemos una misión: procurar el bienestar de todos los miembros de nuestra familia, a través de nuestras actitudes y acciones; sin embargo, muchas veces nos basamos únicamente en la experiencia y carecemos de la información necesaria para cumplirla.
Podemos prevenir que consuman drogas, conociendo los factores que propician una vida saludable, así como aquellos que pueden llevarlos a conductas de riesgo.
factores que ponen en riesgo a nuestros hijos:
- Carencia de normas claras sobre su comportamiento.
- Falta de afecto genuino en la familia, ausencia de comunicación y respeto entre los miembros.
- La agresión, indiferencia y alejamiento emocional entre padres e hijos, así como entre ambos padres.
- Actitud permisiva ante el consumo de drogas, legales (alcohol y tabaco) o ilegales.
- Limitar la manifestación de emociones y sentimientos.
- Fracaso escolar o fallas académicas. A veces no es culpa del estudiante sino de circunstancias propias de la familia.
- Poca capacidad de adaptación al entorno social o intolerancia en casos de frustración.
- Desconocimiento sobre el riesgo real que implica el consumo de drogas.
- Fácil acceso a las sustancias adictivas.
- Tener una idea errónea de que su grupo acepta el consumo de drogas.
- Mal aprovechamiento de su tiempo libre.
Elementos que pueden proteger a nuestros hijos de las drogas:
- Lazos familiares fuertes, que se demuestran con la comprensión y el apoyo de todos los miembros.
- Establecer normas claras (no autoritarias), que sean aceptadas por el grupo familiar, como justas y posibles de ser cumplidas.
- Fomentar valores y tradiciones familiares que no acepten el uso de sustancias adictivas.
- Una relación estrecha con quienes trabajan a favor de la comunidad, como la escuela, organizaciones religiosas, deportivas o humanitarias, otras familias y amistades.
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